La falta de estabilidad para caminar acompañado de náuseas y esa sensación extrañas de pensar que las cosas del entorno, el suelo y todo lo situado alrededor dieran vuela, son los primeros pasos para saber que eres víctima de este.
Lo podemos definir como una ilusión de movimiento de todo lo que está en tu entorno. Esta sensación es habitualmente un balanceo giratorio o de desplazamiento, por ejemplo, una precipitación de vacío, pero en realidad, esas modificaciones no ocurren en ningún momento. Los mareos que puedes tener constantemente, son alteraciones del desequilibrio, como vacíos en la cabeza, inseguridad e inestabilidad, sensación de malestar y desmayo inminente, acompañado de náuseas, vómito, sudoración fría y palidez. El vértigo hace referencia siempre a una alteración del sistema vestibular que se localiza en el oído interno cuyo centro neurológico está en el tronco del encéfalo.
Se puede clasificar de muchas formas, la principal, se basa en la localización de la enfermedad, una vez que se conoce su causa, entonces se puede definir en periféricos o centrales. El primero es causado al momento que se ve afectado el oído interno y el nervio vestibular, el cual se encarga de llevar toda la información del equilibrio desde el oído interno hasta el cerebro, este se considera como el más común y frecuente en todos los pacientes.
El vértigo central es debido a la alteración de los mecanismos neurológicos del propio sistema vestibular. Son síntomas comunes en estos casos la visión doble, problemas para la deglución y cefalea migrañosa intensa.
¿Quiénes Podrían ser sus Víctimas?
Todas las personas son propensas a sufrir de esta enfermedad debido a que sus síntomas de inestabilidad pueden verse reflejados desde que están en la etapa de crecimiento, desarrollo y al llegar a la vejez. Se debe resaltar que en el niño las formas de vértigo son muy distintas a las ya conocidas anteriormente, ya que suele tener crisis espontáneas sólo por breves momentos, las cuales con el pasar de los años se van curando, de lo contrario suelen convertirse en migrañas. Mientras que en los adultos y ancianos se pueden observar cuadros multisensoriales que van evolucionando hasta llegar a una inestabilidad crónica, en esta fase se ven involucrados los tres sistemas de equilibrio que deben coordinarse en el cerebro, es decir cuando fallan a vista con el odio y las articulaciones.
El Oído Y Tu Equilibrio
Este órgano juega un papel muy importante, puesto que es el encargado de enviarle las señales de alerta a tu cerebro y es el indicador de lo que tus ojos deben ver y seguir constantemente, los dos en buen funcionamiento mantendrán el total equilibrio de tus posturas y actitudes a través de los reflejos, evitando algún tipo de inconveniente. Esto, se debe a la capacidad que tienen los receptores alojados en su interior para registrar, detectar y analizar las aceleraciones lineales y angulares a las que está expuesta una persona diariamente en toda su vida.
El sistema visual, los receptores encargados de la presión de tu piel, sobre todo los que se encuentran ubicados en la planta de tus pies, al igual que los músculos y las articulaciones, nos pueden indicar cuál es la parte del cuerpo que está en movimiento para ese entonces.
Cómo Lo Debes Afrontar
Para ello, debes tomar en cuenta dos aspectos muy importantes que son: la persona víctima de esta crisis y el que se está dispuesto a tenderte una mano para ayudarte a confrontarlo, muy posiblemente sean psicólogos los que puedan guiarte, es por ello que en general se les aconseja a los pacientes que se acuesten dentro de una habitación oscura y con una luz muy tenue, dejando la cabeza reposar y con los ojos cerrados, para que así logres relajarte y de alguna manera u otra buscar una fuente que te permita encontrar el equilibrio y estar en perfecta armonía con tu cuerpo y mente. De igual manera se recomienda que todas las infecciones del oído sean atacadas oportunamente, así como también los resfriados, gripes, congestiones de la nariz y cualquier otro tipo de problemas respiratorios, ya que de esa manera prevés la laberintitos y la enfermedad de Menieres, por las cuales todos pasan y que son el punto de partida de comenzar a sufrir de vértigo. Recuerda ingerir mucho líquido, de esta manera evita la deshidratación al mismo tiempo que los mareos y vómitos.
Toma En Cuenta
Aunque sabemos que el tratamiento es generalizado para todas las personas, también debes tomar en cuenta que hay fases en la que lo recomendado es distinto y debe seguirse al pie de la letra:
- Durante las crisis. Reposo absoluto y oscuridad, la administración de algún sedante también es buena, puede ser en ocasiones algún tipo de antihistamínicos. En casos excepcionales los neurolépticos.
- Entre las crisis o como tratamiento sostenido, para evitarlas. La idea aquí es que no aumente la hipoacusia, para ello, la ingesta de diuréticos, una dieta balanceada baja en sal y apropiadas conductas higiénicas serán tus aliados para mejorar tu situación.
- Tratamiento quirúrgico. Puedes recurrir a practicarte una neurectomia vestibular o laberintectomía química. Todo dependerá de la técnica y la especialidad que tenga el médico en conjunto con las características del paciente.
Momento de Mejorar
Toda persona afectada debe pasar por un patrón o conducta rehabilitadoras para mejorar su estado poco a poco, para conseguir esto sigue estos pasos:
- Reeducar progresivamente los reflejos postulares.
- Tratar siempre de mantenerse en pie.
- Camina en línea recta.
- Reeducación de todos los reflejos oculomotores.
- Estabilizar la mirada cuando se lee un texto.
Cuidados para el Hogar
- Si eres de los que al momento de levantarte de la cama o de una silla experimentas con frecuencia mareos, entonces evita hacer los cambios de postura de forma brusca, así no te será tan engorrosa la situación.
Si sientes náuseas o ganas de vomitar constante, bebe muchos líquidos, pero cuidado en caso de que suelas retenerlo liquido entonces será mejor que la hidratación sea vía intravenosa.