Mucho se ha hablado de las virtudes y los peligros del café. A menudo relacionado negativamente con conceptos como irritabilidad y nerviosismo esta bebida se ha ganado una imagen que no es del todo justa. De hecho el café cuenta con varios efectos beneficiosos, especialmente en lo que se refiere a la mejora de la memoria y la concentración, tema en el que nos centraremos en este post.
Estos efectos se deben evidentemente a la cafeína. Se trata de un alcaloide presente en bebidas como el café o el té y además de mantenernos despiertos y darnos una mayor energía también favorece nuestra memoria, concentración, capacidad de respuesta y capacidad de procesar información visual.
“La cafeína mejora nuestra memoria, concentración, capacidad de respuesta, atención y capacidad de procesos información visual”
Además, la cafeína también cumple con un efecto neuroprotector, ya que mediante uno de sus compuestos activos (las metilxantinas) evita que perdamos neuronas. De hecho, según el estudio Aging and Dementia Study del Cardiovascular Risk Factors, el hecho de tomar entre 3 y 5 tazas de café diario cuando se tienen alrededor de 50 años reduce el riesgo de demencia en un 65% y el del Alzheimer en un 64%.
Vemos que las dosis controladas de cafeína tienen un efecto positivo sobre nuestro organismo. No obstante, si abusamos en su toma con dosis superiores a 500 miligramos puede que experimentemos síntomas menos deseados como ansiedad o un exceso de estimulación.
Café y memoria
Tomar café mientras estamos trabajando o estudiando aumenta las probabilidades de recordar toda la información que hemos adquirido una hora más tarde. Según los neurocientíficos los recuerdos que se forman en la mente humana son muy inestables al principio pero un proceso conocido como “consolidación” facilita que estos recuerdos tan ligeros se vayan solidificando en nuestra memoria de largo plazo. La cafeína en esta fase aumenta la producción de norepinefrina, un neurotransmisor químico que participa en este proceso de consolidación facilitando que nuestro conocimiento no se pierda y se convierta en memoria a largo plazo.
“El consumo de cafeína potencia la consolidación de recuerdos a largo plazo en las 24 horas posteriores a su consumo”
Esto hace que mucha gente recomiende esta bebida con cafeína tanto para los estudios como para el trabajo, ya que aumenta nuestra capacidad para absorber nueva información.
Café y concentración
Varios estudios han demostrado que la cafeína también funciona como estimulante de nuestro sistema nervioso, generando una sensación de bienestar en nuestro cuerpo que además aumenta la capacidad de concentración.
Para notar una mejora en la concentración es muy importante controlar la dosis y mantenerla entre los 50 y los 300 miligramos. En estos casos la cafeína bloquea los receptores de adenosina. La adenosina bloquea la liberación de neurotransmisores excitatorios del cerebro, es decir, genera una disminución de la atención y un aumento del cansancio. La cafeína funciona como enemigo de la adenosina, aumentando la tasa de activación de las neuronas centrales.
Es decir, la cafeína pone nuestro cerebro en marcha, poniéndonos en una situación de alerta con todas las neuronas trabajando y con una mayor capacidad de concentración. No es de extrañar que la mayoría de organizaciones cuenten con cafeteras para empresas, ya que ayuda a mejorar el rendimiento y la calidad del trabajo realizado. No obstante, recordar controlar la dosis para no sobrepasar sus efectos positivos y llegar a un estado de nerviosismo que poco favor nos hace.
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