Con un sabor picante y llamativo, el jengibre es un tubérculo rico en propiedades medicinales. Además de los efectos ya conocidos, como la acción digestiva y antiinflamatoria, el té de jengibre puede todavía ayudarte a perder peso.
Propiedades del jengibre
Rico en vitamina A, B3, B6, cobre, magnesio, selenio, potasio y zinc, jengibre funciona como un poderoso antioxidante, por lo tanto, previene el envejecimiento prematuro de la piel y el cabello, aumenta la inmunidad, ayuda contra el cansancio y previene el cáncer, ya que los antioxidantes combaten los radicales libres.
El jengibre es también un gran remedio natural para el dolor de garganta, no es de extrañar que muchos maestros del canto o personas que trabajan con la voz usen una especie de jarabe de jengibre. Entre sus propiedades también es posibles identificar las sustancias antiinflamatorias que ayudan en el tratamiento de las infecciones de garganta y mejoran el discurso. El té de jengibre también es un tratamiento muy eficaz para la gripe, ya que es descongestivo. Sus propiedades antiinflamatorias son también útiles para el dolor muscular de movimientos repetitivos o forzado.
El tubérculo es también un remedio para problemas gastrointestinales. El té puede ser indicado para trastornos intestinales y, como sus enzimas facilitan la descomposición de proteínas, se utiliza en dietas para acelerar la quema de calorías y perder peso.
Entre los alimentos afrodisiacos el jengibre también tiene éxito, puesto que produce calor y, en los hombres, aumenta el vaso de expansión, que facilita la erección. Ya en las mujeres el efecto es directamente sobre el clítoris, aumentando la sensibilidad.
Cómo hacer té de jengibre
A diferencia de otros tés, esta receta con jengibre es dulce y agradable a los paladares. El clavel y la canela disfrazan el sabor picante del jengibre.
Ingredientes:
- 1 libra de jengibre picado 2 cucharadas;
- 1 rodaja de limón;
- 4 cucharadas de azúcar;
- 1.5 litros de agua;
- Clavo y canela al gusto;
Cómo hacerlo:
En una cacerola, poner el azúcar hasta que haya una caramelización. Añade el limón, jengibre, canela y clavo. Revuelva. Agrega el agua y lleva a fuego lento. Cepa y servir caliente.
La azúcar caramelizada puede ser reemplazada por miel.