¿Cómo mantener la normalidad cuando te falta oxígeno? Los problemas respiratorios son cada vez más común en las ciudades, generando patologías como asma o disminución del oxígeno en sangre. La industria médica ha desarrollado diversas soluciones en forma de concentrador de oxígeno portátil. Con estos aparatos, el aire que recibe la persona está purificado y establece un caudal continuo y estable de oxígeno sin depender de cargar con las clásicas botellas de oxígeno.
Estos concentradores de oxígeno portátiles permiten a los usuarios no ser dependientes de un enchufe, ya que disponen de batería para mejorar la autonomía, aun cuando hay que tener la precaución de cargarlos para no dejar que se agote la batería.
Cómo funcionan un concentrador de oxígeno portátil
El dispositivo aspira el aire ambiental y lo comprime a través de un complejo sistema de filtros que purifican el aire de cualquier gas o contaminante existente. El paciente se coloca o bien una cánula nasal o bien un mascarilla de oxígeno y recibe a través de esta vía el oxígeno concentrado. Según el tipo de tratamiento prescrito, se optará por un suministro continuado, en dosis de pulos, o en pequeñas ráfagas.
Aun cuando los actuales modelos son cada vez más manejables y silenciosos, el paciente debe aprender a convivir con ello, especialmente si se requiere un suministro continuado. Por suerte, el hecho de que hayan incorporado baterías aumenta su autonomía y la del paciente.
En España, esta opción de tratamiento es relativamente reciente. Hasta hace pocos años, estos concentradores de oxígeno no estaban permitidos, lo que encarecía el tratamiento a los usuarios, obligados a pagar la diferencia del precio y el transporte desde el extranjero. Ahora ya es posible comprar online concentradores de oxígeno portátiles a precios asequibles en tiendas online como Tutratamiento.com.
Aplicaciones médicas de los concentradores de oxígeno
Ante todo, el concentrador de oxígeno es un dispositivo médico diseñado para proporcionar a un paciente terapia de oxígeno, en este caso de bajo flujo. Solo puede prescribirlo un facultativo como tratamiento ambulatorio o domiciliario para enfermedades que provocan un descenso en el nivel de oxígeno en sangre, como pueden ser patologías tales como enfisema, ataques graves de asma, insuficiencia cardíaca, apnea del sueño, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, neumonía y, sí, también en los cuadros más graves de COVID-19.
Gracias a los concentradores de oxígeno portátiles, la calidad de vida de los pacientes mejora, impulsando su actividad física y ayudando a reducir la sensación de agotamiento natural de llevar otro tipo de soluciones.